por Roberto | Dic 12, 2020 | cursos, blog
En Enero siempre realizo talleres y consultas personales para aclarar qué espera, qué desea y qué teme uno del nuevo año y cómo trabajárselo. A veces los deseos son lo que deben ser; aquello que nos hace llegar más lejos. A veces son fantasías que encubren temas a resolver que no alcanzamos a enfocar porque nos asustan. Con frecuencia son las dos cosas.
A veces los miedos son advertencias necesarias, otras veces son formas de mantenernos en lugares conocidos, otras, deseos vistos desde el otro lado. Con frecuencia todo junto.
Es preciso aclarar el mapa para poder utilizar miedos, deseos y esperanzas correctamente.
Pensando en vosotros he sacado una carta como mi asesora para el taller:
El arcano de Los Enamorados como inspiración para este encuentro me anima a hablar de que, si bien toda elección implica prescindir de algo (de aquello que no se hace o se deja de hacer), no siempre significa que nos desprendamos por completo de ese “algo”.
Comprendemos mejor la ruta de la propuesta de un naipe al conocer perfectamente los demás arcanos: El Enamorado no nos plantea una elección donde lo esencial sea desprendernos imperativamente de algo; “dejar el pasado atrás”:
Las figuras en el Enamorado se presentan a la misma altura y ¡Vivas!, completas… no sólo sus cabezas cortadas.
El Enamorado tampoco nos anima a aceptar un movimiento en el que no tenemos elección:
Caer de la Torre implica sólo ir hacia abajo (tanto para las figuras como para el propio edificio). La figura central de Enamorado recibe del cielo un impulso para ir hacia delante en su vida, no para ser derribado.
El Enamorado no nos anima a reconocer y alcanzar, a toda costa, una nueva cima en nuestra vida más allá de nuestra fúnebre “zona de comodidad”
El Enamorado nos propone elegir la relación concreta, material, que vamos a tener con los demás: no nos sugiere que lo más importante sea dejar atrás determinados hábitos o adquirir nuevas competencias. No va del rollo del crecimiento espiritual: va de pasión y acción materiales concretas.
Por último, El Enamorado no nos sugiere que estemos presos de una fantasía; fascinados por algo irreal:
sino que indica que nuestros deseos obedecen a un movimiento real que debemos resolver con acciones concretas y positivas, en la dirección que indica la flecha.
Es decir, el Enamorado nos propone que nuestro sentimiento profundo de atracción por una situación (con “situación” se incluye “persona que le gusta a uno”, pero también más cosas, como por ejemplo un proyecto que nos enamora, que puede incluir a otras personas pero no -o sí- en el contexto de una relación romántica)… que nuestro sentimiento profundo por una situación, decía, es real y debe ser vivido, no evitado, para que despliegue la fertilidad que esa situación lleva implícita (la flor, sobre la cabeza de una mujer joven, es un obvio símbolo de fertilidad):
Esa fertilidad también puede leerse como la de nuevas ideas con el potencial de convertirse en nuevas realidades. Pasión y materialización.
Es decir, que el contexto general de este taller que os propongo tendrá El Enamorado como carta central. El Enamorado, bajo la flecha de Eros, va a tomar la elección de seguir aquello que posee su corazón. Sócrates nos dice que esa es la elección correcta: que intentar medir a Eros con metros racionales no conduce a nada bueno, y que no arriesgarse a conocer lo que se ama por miedo a perder lo que nos acomoda conduce a la pérdida de la sabiduría.
Osea, que tal vez Enero de 2021 sea el momento de atreverse a mirar en el corazón, donde una mano fértil imprime un excitante latido
Tal vez, para este año, no debamos afrontar nuestros miedos para resolver nuestras toxicidades dejando atrás lo que no nos funciona:
Sino que es un momento excelente para decidir el camino amado, dejando atrás lo que fuimos pero manteniendo su memoria
,no
Sin miedo a adquirir una nueva forma, un nuevo ritmo, un nuevo yo
.
Te propongo que te plantees que tal vez no es el momento de recortar, conformarte, desconfiar de tus deseos, ver la realidad en un sentido restrictivo y en caída, sino de lo contrario: ¿Y si fuera el momento de cortar con una forma limitada y temerosa de enfocar nuestra propia vida? ¿Y si enfocas 2021 con el atrevimiento de seguir lo que tu corazón te está proponiendo?
por Roberto | Mar 7, 2020 | blog
Cansancio matrimonial. Terceros puntos de vista
Cliente: Mujer, 44 años. Casada. Un hijo de 12
La cliente llega tras una breve conversación por mail. Está muy cansada de su matrimonio. Lleva más de veinte años con su marido. Él está muy distante tanto de ella como del hijo de ambos y siempre está ocupado en su trabajo. La relación se ha enfriado. Además ella sospecha que él tiene un lío con una compañera de ese importante trabajo del que siempre llega tarde. No es ese engaño sospechado lo que la afecta y la trae a mi consulta, dice. Lo que no está dispuesta a tolerar más es la fatiga de esforzarse en todo lo cotidiano, demostrar su afecto y su interés en la relación y no recibir nada a cambio más que frialdad, distancia e inmadurez. Cree que él, honradamente, hace lo que puede pero que no se esfuerza mientras ella lo ha intentado todo.
Propongo crear una historia con el Tarot para hablar acerca del momento actual de su matrimonio. Ella saca estas cartas.
(Te aconsejo que si lees en el teléfono, lo pongas horizontal para ver mejor el sentido de las cartas)
Ipso facto la clienta, que no tiene barba y es mujer de armas tomar, se identifica con La Justicia. Se reconoce fuerte y decidida frente a un hombre que la quiere sin compromiso ni carne. En el matrimonio todo depende de ella menos el trabajo de él, que es para lo que él vive religiosamente. El marido no tiene el menor gesto de afecto hacia ella salvo expresiones vacías que a ella no sólo no le sirven de nada más que para calentarle la rabia: “sin ti no soy nada”. Estas devociones huecas la irritan profundamente, más cuando sospecha que él tiene una amante.
Mi clienta dice que necesita sentirse enamorada, que se encuentra sola en la relación a nivel sexual, afectivo, en la educación del niño, en las responsabilidades del día a día y en el cuidado del otro: ella cuida del bienestar de su marido en temas personales donde él ni siquiera se ocupa de sí mismo. Y por supuesto, tampoco se ocupa de los temas de ella. Veinte años pesan mucho. Mi clienta ya está cansada, además, de intentarlo todo para llamar su atención. Él sólo reacciona cuando está con otras personas que la valoran por su belleza. Entonces se pone infantil y posesivo, pero en cuanto llega a casa, deja de interesarse y pasa de ella.
La clienta afirma que no aguanta más, que está cansada de trabajar dentro y fuera de casa en un montón de frentes abiertos y harta de sentir que vive con un hombre que no está ni se le espera. Dice que ya no va a hacer nada más para llamar su atención hacia una convivencia más plena.
Terceros puntos de vista
Apunto que un tercer punto de vista, profesional, ayuda a aclarar las cosas en una pareja. Ella dice que él nunca irá a un psicólogo. Y que parece que el tercer punto de vista, él, lo ha encontrado ya en la (presunta) amante… Y ella ya tiene su propio, y nada presunto, tercer punto de vista.
Antes de entrar en este tercer punto de vista , (que ya hace el cuarto en la pareja… si logro contar bien) la propongo que, ya que por fatiga no va a hacer nada más para ganar el afecto del marido espiritual, y puesto que no soporta la falta de sustancia, juegue la última carta, que en esta lectura es La Justicia; sugiero que acuda a un abogado para aclarar el tema del divorcio y se lo presente al ausente como última oportunidad. Será interesante ver cómo reacciona él con la espada sobre la mesa. Mi sugerencia pincha en hueso. No es esa la justicia y el equilibrio que ella desea. El hastío marital no llega a tanto. Reconoce que su marido es un buen hombre, que en sus términos para él la familia es lo primero y que está convencido de que él lo hace todo bien. En realidad ella no quiere divorciarse.
¿Un amante arregla las cosas?
Mi clienta me cuenta que con el otro hombre, una casta y larga relación que mantiene congelada en la prudente fase «sólo hablar», se siente muy bien; comparte con él todos sus problemas y sus gustos. Ella es perfectamente consciente de que este hombre la atrae por presentarse como lo opuesto a su marido. Cree que no sabe cómo desea que sea esta relación en el futuro. Por supuesto tiene razón; los deseos ciegan, así que no puede saberlo. Y por supuesto, se engaña. Ella sabe mucho mas de lo que se reconoce, o de lo que reconoce ante mí en este momento. Pero no mostrará sus cartas antes que el Tarot.
Sugiero crear una historia sobre su relación con el otro hombre. Ella saca Templanza y El Carro. Como Templanza mira a la izquierda hacia un espacio vacío, le pido que saque otra carta:
Aquí no se sugiere, precisamente, ningún tipo de ruptura con nadie. Lo hago notar. No hace falta. Ella lo ha pillado. Muchas veces me sorprende la intuición de algunos clientes que jamás han visto el Tarot. Me sorprende más aún cuando afirma que acaba de decidir, súbitamente motivada, reintentar reavivar su matrimonio. La mayor sorpresa que me espera (evidente, por otro lado), me la llevo cuando me explica que superar la fase «sólo hablar» con el príncipe azul, la va a hacer ver a su marido con menos presión, con lo que tendrá hueco para mejorar el matrimonio.
La clienta lo tiene más claro que yo, que aunque ateo, me descubro más católico que ella en cuestiones de aventuras extramatrimoniales. Sugiero (soy muy conservador en cuestiones familiares) que saque otra carta. Lo hace y la gira.
Lo comprende nada más verlo. Comprende que lo que desea, que es mantener las dos relaciones, se lee también como otro ángel diferente al de Templanza. La pregunto si sabrá atender todos los frentes va a abrir con su resolución. No tiene la menor duda de que puede.
El trabajo está hecho. Al mirarse a sí misma sin máscaras se descubre capaz de satisfacer sus deseos y manejar perfectamente la situación con los dos hombres.
tanto con el caballero verde, que conoce de siempre
como con el príncipe azul que la desea ahora.
Ve con claridad que ella puede ser el objeto de deseo de ambos
y sabe que puede controlar el equilibrio de la situación, que decide como la mejor posible para todos los implicados.
La creo.
por Roberto | Feb 20, 2020 | blog
La cuestión del futuro
“El futuro” es real. Real como relato inevitable. En realidad, muchos relatos con frecuencia contrapuestos entre sí.
Relatos que tiran de nosotros.
Cuestionar es preguntar, y preguntar sobre el futuro, asusta:
¿Adónde me dirijo? ¿Dónde deseo ir? ¿Dónde temo ir? ¿Estoy siendo coherente ahora para llegar adonde deseo? ¿Adónde voy en realidad?
¿Qué te propongo?
Te ofrezco un espacio en el que puedes cuestionar tu(s) futuro(s) con claridad y sin miedo. Un espacio para poner tus cartas bocarriba sobre la mesa.
El Tarot es un juego. Se desarrolla como juego de mesa y mantiene esa característica en su ADN. No es un oráculo del futuro. No es un maestro infalible. Es un truhán de taberna extremadamente hábil en descubrir las trampas que te haces en el juego.
3 ejemplos donde se descubre la trampa:
Ejemplo 1.–
(Nota: la lectura es en horizontal; a veces las cartas en los smartphones se ven en vertical y se pierde el sentido de la narración. Si giras el teléfono lo entenderás mejor)
Ana, de cincuenta años, se plantea retomar una relación tóxica de su pasado. Siente que no es correcto, pero teme desaprovechar una oportunidad de vivir en pareja. Las tres cartas dicen que no ha integrado la ruptura, y apuntan a que Ana se está planteando envenenarse en compañía en vez de sola. Necesita sostener con perseverancia un trabajo de revalorización interior.
Ejemplo 2.-
Hace tiempo que Toño se plantea un cambio de vida, pero siempre que lo intenta, fracasa.
Estas dos cartas sugieren a Toño la pregunta de si acaso no utiliza sus fuerzas en sostener el bloqueo y no en transformarlo: Fíjate en que la manivela para mover La Rueda de Fortuna está del otro lado de La Fuerza. ¿Pone Toño su fuerza en la idea de que quiere cambiar y no puede en vez de en hacerlo?
El cambio de vida que desea vendría señalado en el orden contrario de los naipes: Rueda de Fortuna y Fuerza; X y XI.
Propongo a Toño que se atreva a ver en dónde y cómo está teniendo éxito realmente; así desenganchará su fuerza de sus disculpas para salir del círculo vicioso.
Ejemplo 3.-
Sandra, terapeuta, una mujer muy apasionada, me cuenta que tiene ganas de más; que desea un cambio en su vida, y que se plantea hacer un taller de sanación metafísica a través de los cuerpos sutiles. Las cartas no están de acuerdo.
Los arcanos cuentan un relato en el que toda la energía vital (Le Mat, El Loco) está disponible para actuar con firmeza en el mundo físico (El Carro), no en el intelectual. Hay cartas mucho más sutiles que El Carro para lo intelectual, y pocas más claras para indicar la acción frente a la contemplación. Ante la sugerencia del relato. Al comentar la lectura, Sandra no puede negar que está adoptando la estrategia-avestruz de esconderse de sí misma en un proceso de estudio seguro, gratificante y conocido, cuando lo que necesita y desea en realidad, pero la asusta, es salir a conquistar el mundo desplegando todo lo que ya ha aprendido.
Fecha, horario y precio del Taller
7 de marzo.
5 a 9 de la tarde. 60 €.
Límite máximo de 7 personas
¡Apúntate!
por Roberto | Feb 19, 2020 | blog
Tema: Bloqueo ¿Por qué no tengo éxito ya en mi academia?
Protagonista: Artista y profesor, con un talento muy cultivado y disciplinado.
Personajes:
(Nota: la lectura es en horizontal; a veces las cartas en los smartphones se ven en vertical y se pierde el sentido de la narración. Si giras el teléfono lo entenderás mejor)
Tres personajes en uno: El Enamorado, el Carro y el Emperador (véanse las caras de los dos primeros, las ropas del primero y el tercero, los cetros del segundo y el tercero y el ángel alado arriba en VI y el águila abajo en IIII).
La secuencia es correcta: flechazo, movimiento, poder. Pero el Emperador, en vez de apoyar el movimiento, se opone.
–“Siempre me relacionan con el Emperador” -comenta el consultante-. Es un hombre que sabe lo que quiere, pelea por ello y no teme equivocarse; sabe hacerse responsable de sus errores con serenidad y perseverancia para evolucionar.
El consultante refiere, antes de la lectura, que no ha superado el límite de ingresos mensuales que su padre le marcaba como correcto durante su infancia, pero ni él ni yo buscamos bloqueos genealógicos. Ver al padre en el Emperador apunta pero no resuelve. Aún así tanto este dato como la identificación que hace el cliente con el Emperador deben tenerse en cuenta. Aquí lo evidente es que, al identificar a las tres figuras masculinas en la lectura como a la misma escenifica una narrativa. Nos presenta el poder que se opone al éxito como el éxito del poder del consultante en sentido contrario al deseado.
…¿Es eso fracasar, siempre?
¿Cómo se forma un Emperador? –me pregunto.
Primero: con tiempo. El ejercicio óptimo del mando es cosa seria y extremadamente compleja.
Y sobre todo, siendo fiel a uno mismo (naipes VI – VII)… tanto como oponiéndose a sí mismo (IIII) cuando sea preciso.
El Emperador aprende a serlo no tanto satisfaciendo sus deseos sino forjando una voluntad superior a ellos. Una voluntad
capaz de negarse la satisfacción (o la tentación) cuando ésta le aleja de materializar los objetivos que se ha fijado.
Propongo a mi consultante que acepte que no es que no haya tenido éxito ni tenga un bloqueo económico -ni existencial, ni genealógico-, sino que ha estado aprendiendo a guiarse a sí mismo (El Carro) entre la pasión (El Enamorado) y la voluntad esclarecida (El Emperador).
Ha estado haciendo un máster de liderazgo, desarrollando el equilibrio entre pasión, estrategia y voluntad. Le apunto que puede ser una buena idea que empiece a verse y considerarse cuanto antes como el padre de su proyecto, así interiorizará y se hará responsable de ese papel que antes veía fuera de sí mismo y por encima.
Ya tenemos el qué. Nos falta el cómo.
Dos cartas:
El joven Mago (naipe I) apuntala las ideas de inicio e ilusión. Y parece que el muy pillastre sostiene el eje que le falta a la Rueda de Fortuna, que ha extraído retirando la tuerca que sujeta en la otra mano. Parece esperar, el cabroncete, la inminente zambullida de aparejo y pasajeros en las aguas agitadas.
El Mago puede resumir la pasión del enamorado y la sabiduría del Emperador desmontando la rueda de un carro que hacía círculos sobre sí mismo creando quimeras.
Nos plantea un comienzo libre de prejuicios (libre del “no he tenido éxito”) donde han de ponerse todas las cartas sobre la mesa porque ahora se verán y se moverán de manera diferente, y mucho más clara que antes.
Propongo a mi consultante el prolijo (¡y estimulante!) ejercicio de trazar de nuevo, como si no lo hubiera hecho nunca, la hoja de ruta de su proyecto de acuerdo a la mitología del Tarot: bastos (deseo), espadas (discernimiento), copas (motivación) y oros (necesidades). Lo entiende con facilidad. Como buen Emperador, practica el arte de conocer sus propias cartas. Pero la lectura del tarot facilita la percepción de un armónico diferente. Un nuevo tema al que un artista disciplinado, concentrado e ilusionado sabrá darle una nueva forma.
por Roberto | Dic 23, 2019 | blog
Entre diciembre y enero recapitulamos el año anterior y proyectamos, más o menos atentos, el siguiente. Queriendo o no, en estas fechas la memoria y la imaginación se desatan.
A mi consulta acuden personas que aprovechan positivamente la inevitable energía de empuje de este momento. Quieren acordar consigo mismas la viabilidad de sus proyecciones para el año siguiente, decidir la mejor manera de abordarlas y encarar ángulos ciegos.
La lectura de Año Nuevo es extensa. Dura unos 90-100 min. En ella pretendo, como siempre, concluir acciones claras y acordadas con el consultante que le sirvan de guía material.
Mi propuesta en este trabajo es acompañar al consultante para que descubra el grado de realidad que concede a sus mejores proyectos para el año nuevo, y el grado de realidad que concede (y con el que nutre) a las voces interiores que se los niegan. Pretendo que encare las voces que le sabotean como lo que son; personajes, máscaras que se pone sin darse cuenta y cuyo guión escribe. Una cosa es el uso juicioso de la duda y otra oponerse a uno mismo. Pretendo que la fuerza del consultante deje de oponerse a sus proyectos y que sus actos se vuelvan más poderosos.
Así que si en estas fechas te descubres recapitulando y proyectando a todo trapo, y crees que una mirada exterior al escenario donde pasan esas cosas te dará una perspectiva más útil, mi baraja y yo estamos al servicio de tu teatro interior.
¡¡¡Felices días y feliz año nuevo!!!
¿Cómo es la consulta “2020”?
90-100 min.
Telefónica o presencial
90 €.